viernes, 12 de enero de 2018

NARCOSIS DE BUCEO Y VARIABILIDAD INDIVIDUAL

NARCOSIS DE BUCEO Y VARIABILIDAD INDIVIDUAL


Creo podríamos considerar , desde un punto de vista del aparato psíquico , que el nitrógeno a determinada presión parcial , impacta en tres esferas ; la sensorial –perceptiva, la cognitiva y la emocional.
Lo primero que hay que decir , es que la situación de inmersión , ya impacta en si mismo en las tres áreas. Esto se produce por el impacto que provoca el paso de superficie a la situación de inmersión; dicho paso connota un cambio sensorial importante , visual y auditivo , que correlaciona con un cambio cognitivo y emocional , dependiente su calidad , de múltiples factores , que serian motivo de otra discusión
En cualquier caso, hay que considerar que la narcosis de nitrógeno , de producirse, impacta ya en una alteración sensorial, cognitiva y emocional previa , probablemente exacerbando la situación de base
Si analizamos las tres áreas, considero que donde se produce mayor concordancia sintomática entre sujetos , es en el area sensorial –perceptiva.
Se sabe que el nitrógeno a determinada presión parcial, se comporta como un depresor del SNC , y ello lleva asociado una disminución del nivel de alerta y atención, así como un enlentecimiento general de la capacidad de reacción.
Sí desde mi punto de vista , cabría hablar de una “narcosis pasiva” y una “narcosis productiva”, especialmente si hablamos de un buzo con un conocimiento adecuado de la narcosis y una estabilidad emocional coyuntural y estructural aceptable 
Creo que la “ narcosis pasiva “ tiene más posibilidades de producirse en un entorno subacuático donde predomine la pobreza de estímulos , cuevas, espacios confinados en general , situaciones de baja visibilidad, situaciones de relativa soledad, etc. ….y llevaría asociadas reacciones básicas de adormecimiento, similar a la que se produce por ejemplo en aquellos momentos que realzamos una tarea que requiere atención pero que acompañamos de una somnolencia intensa.
La “narcosis productiva “ por el contrario , tendría más tendencia a producirse en situaciones , de alta estimulación sensorial ; elevada visibilidad, por presencia de otros buzos que llaman nuestra atención , situaciones “excitantes , con un paisaje florido , en flora y/ o fauna, y puede desencadenar el clásico comportamiento “extraño” , que a veces se cita en este tipo de situaciones ( quitarse el regulador, confundir al compañero, comportamientos , movimientos no adaptados a la situación , conductas imprudentes…
Quizás las áreas donde mayor variabilidad se produce es en el área cognitiva, y sobretodo en el área de las emociones, ambas íntimamente relacionadas.
La variabilidad de pensamientos que se suceden en la mente del buzo en una situación de narcosis , es muy dependiente de las “fantasías “ previas asociadas.
La cuestión sugestiva juega un papel muy relevante y de ahí, y muy en concordancia con Bárbara , es necesario un conocimiento preciso del fenómeno fisiológico , alejado de la idealización , la trivialización pero también el dramatismo.
En referencia a las emociones, debemos considerar que todo ser humano es un cúmulo de emociones, provocadas por su experiencia cotidiana , y que finalmente y en interacción con su personalidad le provocan un estado de ánimo determinado.
La mayoría de estas emociones , interaccionan con la conciencia , sin mayores problemas , especialmente si no son emociones perturbadoras o desagradables.
Por otra parte alguna de estas emociones desagradables o disruptivas , están contenidas , y el ser humano , utiliza determinas formas de elaborarlas( sino son muy intensas) de diferente manera ... hablando, racionalizándolas a través del pensamiento, a través de actividades, deporte, el propio buceo etc, pudiendo darle salida de una manera digerible 
Me quisiera detener en el concepto “contenidas”. Considero que determinados estados emocionales , sean por intensamente disruptivos o desagradables, sea por determinadas características de personalidad que lo propician , permanecen por decirlo de alguna manera “reprimidos” si bien podemos tener cierta conciencia de su existencia . 
Esta “represión “ si bien estamos hablando de una cuestión psicológica, considero tiene una base fisiológica de soporte . En cierta manera , el aparato psíquico , tendría como una “red”, que permite filtrar las emociones en una cantidad y calidad asumible para el sujeto.
La amplitud de las “rejillas “, seria muy variable, dependiendo de la permeabilidad emocional y tolerancia a la frustración y al dolor psíquico de cada persona.
Dicho esto y al punto donde quería llegar , es que en un estado narcótico, es probable , que esta “red defensiva” se desestructure, y permita acceder a la conciencia y de golpe, determinadas emociones reprimidas. 
En condiciones normales esto no debería suponer un problema . Pero si nos encontramos con una persona en un estado coyuntural emocional negativo, o un buzo con cierta tendencia a la neurosis, esta situación puede suponer tener que enfrentarse a emociones intensas , que rápidamente pueden transformarse en ansiedad, sentimientos depresivos, actitudes de temor intenso, creando una situación de riesgo inminente y especialmente de riesgo de estableces un vínculo negativo con la situación de buceo de que se perpetúe en el tiempo
En definitiva, creo que queda mucho por aprender sobre todos los aspectos emocionales que rodean nuestra actividad , y máxime en fenómenos tan peculiares y porque no decirlo fascinantes como la narcosis por nitrógeno

Ansiedad en buceo : Experiencias traumáticas Vs Fallos del desarrollo

Ansiedad en buceo : Experiencias traumáticas Vs Fallos del desarrollo

La ansiedad que podemos sentir en determinados momentos cuando buceamos , dentro de unos parámetros contenidos puede ser tolerable , e incluso positiva al desencadenar una serie de procesos psicológicos y fisiológicos que nos facilitan el nivel de atención necesaria para afrontar situaciones más o menos complejas , que así lo pueden requerir.

Sin embargo , la ansiedad se convierte para algunos buzos un acompañante incómodo, casi insoportable, y que además de ponerle en riesgo , amenaza con superarle y obligarle , bien a abandonar la actividad o en cualquier caso limitarla de manera importante.

Pero , vayamos a lo importante ; para poder afrontar la ansiedad , lo primero que debemos conocer es su origen , el foco que la genera.

En este sentido ,hay mucho publicado al respecto en mi blog, y no quisiera repetirme, pero me gustaría diferenciar hoy entre la ansiedad generada por fallos del desarrollo en nuestra formación y la ansiedad generada por experiencias traumáticas dentro y también fuera del agua ; ambos términos son utilizados en psicología para identificar el origen de determinados síntomas neuróticos y proponer un enfoque para su resolución, y creo pueden ser adecuados para encontrar un paralelismo en el buceo.

Por “Fallos del desarrollo”, entiendo todos aquellos aspectos que no quedaron bien resueltos , en nuestro proceso formativo, sea en el principio o en los sucesivas saltos de nivel que vamos teniendo.

En este sentido , toda situación nueva que afrontamos , nos generará un nivel de ansiedad , en principio normal; si obtenemos los recursos técnicos y la contención emocional adecuada , eso no debe suponer ningún problema y dicha ansiedad irá desapareciendo en la medida en que vayamos adquiriendo destreza y confianza.

Por situaciones nuevas , me refiero a los saltos de nivel de profundidad, cuando empezamos en espacios confinados, curso de cuevas, etc …y una situación más ansiógena de lo que parece, que es el momento en que empezamos a hacernos cargo de otros buzos, sea guiándolos , formándolos, o simplemente asumiendo la responsabilidad de una inmersión determinada.

En general , los fallos del desarrollo, sino son muy importantes , nos pueden permitir seguir con la actividad, pero siempre tendremos un punto débil que nos hará vulnerables. Por poner un ejemplo; hay buzos con claras dificultades en el ejercicio de vaciado y/o navegación sin mascara. 

En su curso de OWD, pudieron superar dicho ejercicio de manera deficiente o incluso pudo darse el caso, de que su instructor tuviera manga ancha al respecto. Esa persona podrá bucear con relativa normalidad, pero el día que tenga un incidente que ponga en evidencia sus dificultades al respecto, puede sufrir un episodio de ansiedad , puntual, pero también puede fijarse de forma estable a la actividad.

Otro caso diferente , puede ser por ejemplo , el buzo que empieza a gestionar grupos sin recibir la formación adecuada, y que le conllevara un punto de estrés cada vez que se encuentre en esa situación y que fácilmente puede derivar en ansiedad excesiva con el consiguiente caos que puede ocasionar en el grupo.

Cuando alguien ha sufrido un episodio de ansiedad excesiva, que queda fijada a la actividad del buceo, y esto tiene que ver con “fallos del desarrollo” mi recomendación es retroceder al punto donde se produjo ese fallo y “resetearse “,esta vez de forma adecuada…; es decir el buzo con problemas con la mascara , aunque lleve 200 inmersiones, debería volver con un formador adecuado a interiorizar dicho ejercicio de forma correcta, y a en términos generales , adquirir de nuevo confianza en si mismo y en su capacitación como buzo en entornos seguros , antes de volver al nivel de inmersiones que creía tener.

En otras ocasiones , los problemas de ansiedad pueden tener su origen en lo que denominaría “Experiencias traumáticas”. Evidentemente uno puede tener una experiencia traumática por un déficit formativo, pero no necesariamente. Buzos que han perdido compañeros, situaciones accidentales , estar a la deriva unas horas, fallos de del equipo, etc pueden derivar en vincular un estado de ansiedad a la situación de buceo , que en caso de enquistarse puede comprometer seriamente el normal desarrollo de la misma.

Hay otra situación posible y que me he encontrado con cierta frecuencia , como es trasladar experiencias traumáticas en la vida cotidiana a la situación de buceo . Podemos estar viviendo una situación difícil; duelos de distinta índole, problemas laborales, crisis personales, o situaciones traumáticas de cualquier tipo, pueden estar negadas emocionalmente , en nuestro día a día y explosionar en forma de crisis de ansiedad en la situación de inmersión, por las especiales características que tiene estar debajo del agua (cierta deprivación sensorial, desconexión de los problemas de superficie, pero también de las defensas contra la ansiedad , etc). 

La persona vive la crisis como algo extraño, sin conseguir vincularla a sus problemas cotidianos. Si esta situación se alarga, puede entrar en un circulo vicioso , desarrollar una actitud fóbica ante el buceo, pudiendo realizar una actividad , que le apasiona , pero siempre en un estado de alerta y ansiedad intensa que sino soluciona provocaran el progresivo alejamiento.

Si bien siempre después de una crisis es recomendable un paso atrás en nuestro nivel para recuperar la confianza, en este caso solucionar el problema pasa por tomar conciencia del origen real del mismo y para ello a veces se requiere de ayuda profesional.

En cualquier caso , uno de los matices importantes de esta distinción estriba , en que cuando la ansiedad se produce por un “fallo en el desarrollo”, el submarinista puede generalmente bucear de manera confortable, mientras no se exponga a la situación donde se pone de manifiesto dicho déficit. Si la ansiedad se produce por una experiencia traumática , la ansiedad suele ser más generalizada al contexto de inmersión en si mismo.

En muchas ocasiones , la ausencia de un diagnóstico ajustado al foco y origen de la ansiedad, ocasiona que las soluciones que se aplican sean inadecuadas y por lo tanto estériles en la solución del problema.

Un mismo síntoma , puede obedecer a diferentes causas debe tratarse de forma individualizada , por más que puedan coincidir algunas de las soluciones aplicadas.